Sumergirse en la piscina en los días calurosos es un placer indiscutible, pero junto con este disfrute, surgen una serie de mitos que pueden generar confusión y obstaculizar el mantenimiento de la piscina. En este artículo, exploraremos algunos de estos mitos:
"Añadir más productos químicos hará que el agua se limpie más rápido"
Este mito es uno de los más comunes en el cuidado de la piscina. Se basa en la idea errónea de que al aplicar una mayor cantidad de productos desinfectantes al agua de la piscina, esta se limpiará más rápido.
Sin embargo, la realidad es más compleja. Agregar más productos químicos de los necesarios puede desequilibrar los niveles de pH y alcalinidad del agua, lo que puede causar irritación en la piel y los ojos, así como deterioro en la calidad del agua.
El exceso de cloro puede aumentar la formación de subproductos de desinfección no deseados y desequilibrar los niveles de pH, lo que puede afectar negativamente la eficacia de la desinfección y la claridad del agua.
La clave está en mantener un equilibrio adecuado y seguir las recomendaciones del fabricante y las pautas de los profesionales.
"Agregar sal a la piscina la convierte automáticamente en una piscina de agua salada"
Muchas personas asumen que simplemente con añadir sal a una piscina convencional se transformará automáticamente en una piscina de agua salada. Pero esto no es del todo cierto. Aunque las piscinas de agua salada utilizan sal como desinfectante en lugar del cloro tradicional, hay diferencias en el sistema de circulación y filtración que hacen que una piscina sea verdaderamente de agua salada.
Se necesita un sistema de cloración salina y un controlador de sal para convertir una piscina convencional en una piscina de agua salada. Además, es importante recordar que las piscinas de agua salada también requieren mantenimiento regular y pruebas de agua para garantizar su calidad.
Es importante comprender las diferencias y considerar los ajustes necesarios antes de hacer la transición a una piscina de agua salada.
"Si huele a cloro significa que la piscina está limpia"
Muchas personas asocian el fuerte olor a cloro con la limpieza y la desinfección del agua de la piscina. Sin embargo, el olor a cloro en realidad proviene de la formación de subproductos de desinfección, como las cloraminas, que se producen cuando el cloro interactúa con algunos compuestos orgánicos.
Una piscina bien equilibrada con niveles adecuados de cloro y pH no debería tener un olor fuerte a cloro. Para mantener un ambiente acuático saludable, hay que realizar pruebas regulares del agua y ajustar los niveles químicos según sea necesario, en lugar de depender del olor como indicador de limpieza.
¡Olvídate de estas creencias y disfruta de tu piscina de forma segura!
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