¿A quién no le ha pasado, llegar a la piscina con ganas de un chapuzón y encontrarse con un inesperado tono verdoso en el agua? Pero, ¡no te preocupes! Con los pasos adecuados y un poco de paciencia, puedes recuperar la claridad original.
1. Identifica la causa del problema
Antes de empezar cualquier tratamiento, es importante determinar cuál es el origen del agua verde. La causa más común suele ser la proliferación de algas en el agua, generalmente debido a un desequilibrio en los niveles de pH, alcalinidad o cloro en la piscina, aunque también puede deberse a una mala limpieza o filtración.
Recuerda que un robot limpiafondos puede facilitarte esta tarea.
2. Limpia la piscina
Utiliza una red o el skimmer de tu piscina para eliminar cualquier elemento flotante que pueda arrojar suciedad a la piscina, ya sean hojas, insectos u otros residuos que puedan estar en la superficie de la piscina. Luego, cepilla las paredes y el fondo de la piscina para aflojar y eliminar la suciedad y aspira el fondo de la piscina para eliminar los residuos sueltos. Con esto, se maximiza la eficacia del tratamiento que vayas a aplicar.
3. Ajustar los niveles químicos
Lo primero que hay que hacer es medir los niveles de pH, alcalinidad y cloro en el agua utilizando un kit de pruebas para piscinas. Según los resultados del test deberás ajustar estos niveles, teniendo en cuenta las recomendaciones del fabricante y las condiciones de tu piscina.
Además de estos cuidados, para hacer frente a las algas suele ser necesaria la aplicación de un tratamiento específico, ya sean alguicidas o clarificadores. Siempre siguiendo las instrucciones del producto.
4. Revisa la filtración
Comprueba que el sistema de filtración de tu piscina esté funcionando correctamente y no te olvides de encender la bomba de forma diaria para garantizar una adecuada circulación del agua. Recuerda que puedes incluir un temporizador para automatizar esta tarea.
Con estos simples pasos, puedes deshacerte eficazmente del agua verde de tu piscina y volver a su claridad original. Recuerda que la prevención es clave, así que asegúrate de mantener una rutina de mantenimiento para disfrutar de una piscina limpia y saludable todo el año.